Mientras que los particulares solicitan precios cerrados, las empresas prefieren la flexibilidad de la facturación por hora lo que permite asignar tareas más económicas a los noveles y tareas más avanzadas a los senior, así como parte de la empresa se encargue de gestiones concretas.
Tiene la ventaja de contratar exactamente lo que se necesita sin necesidad de un contrato laboral o plan anual.