¿Qué es el arbitraje?

El arbitraje ofrece una vía más rápida y menos formal comparada con los procedimientos judiciales tradicionales, ideal para resolver disputas sin recurrir a los tribunales públicos. Incluir una cláusula de arbitraje en contratos previene conflictos al establecer de antemano cómo se resolverán.

¿Qué es el Arbitraje?

El Arbitraje es un sistema alternativo para resolver conflictos entre particulares o empresas privadas con un agente privado o al margen de la administración de justicia, aunque pueda tener convenio con esta. Dependiendo del tipo de arbitraje, las partes pueden elegir a un árbitro en un momento posterior o incluirlo previamente a la firma del contrato o acuerdo en una de sus cláusulas. El Arbitraje puede ser aplicado en una variedad de situaciones legales, ofreciendo flexibilidad y personalización en la resolución de conflictos.

¿Para qué sirve un arbitraje?

La función del árbitro es sustituir al juez para decidir sobre un asunto. La decisión tomada por este árbitro recibe el nombre de “Laudo arbitral” y, según la Ley de Arbitraje, va a tener los mismos efectos que una sentencia firme si se llega a un acuerdo. Es decir, es voluntario o previo acudir al arbitraje, pero si se acepta su resultado, tienen el mismo efecto que una decisión judicial y con ese mismo acuerdo se puede acudir a la justicia para solicitar su cumplimiento si una de las partes no lo respeta. Esto grosso modo, ya que las leyes están llenas de matices.

Por ejemplo:

Artículo 2. Materias objeto de arbitraje.
Son susceptibles de arbitraje las controversias sobre materias de libre disposición conforme a derecho.

Artículo 10. Arbitraje testamentario.
También será válido el arbitraje instituido por disposición testamentaria para solucionar diferencias entre herederos no forzosos o legatarios por cuestiones relativas a la distribución o administración de la herencia.

Artículo 11 bis. Arbitraje estatutario.
Las sociedades de capital podrán someter a arbitraje los conflictos que en ellas se planteen.

La eficacia del laudo arbitral como una sentencia judicial refuerza la seriedad y la finalidad vinculante del arbitraje, garantizando que los acuerdos alcanzados son respetados legalmente como si se tratara de un veredicto judicial. Un laudo, una vez emitido, solo puede ser impugnado bajo circunstancias muy limitadas, asegurando su autoridad y permanencia.

Artículo 43. Cosa juzgada y revisión de laudos.
El laudo produce efectos de cosa juzgada y frente a él solo cabrá ejercitar la acción de anulación y, en su caso, solicitar la revisión conforme a lo establecido en la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil para las sentencias firmes.

¿Qué sucede si acudimos a un juez con un arbitraje a medias?

El juez se abstendrá hasta que finalice el arbitraje, evitando la interferencia judicial hasta que se complete el proceso, salvo en situaciones excepcionales donde la ley lo permita. Esto asegura que el proceso de arbitraje no sea interrumpido o invalidado por la intervención judicial prematura, lo cual es crucial para la autonomía del procedimiento arbitral.

Artículo 7. Intervención judicial.
En los asuntos que se rijan por esta ley no intervendrá ningún tribunal, salvo en los casos en que ésta así lo disponga.

¿Qué normativa regula el arbitraje en España?

La regulación del arbitraje en España ha sufrido un proceso de modernización y adaptación a las necesidades contemporáneas de los negocios, y la administración pública en España.

Está cubierta por la Ley 60/2003, de 23 de diciembre, de Arbitraje, reformada mediante la Ley 11/2011, de 20 de mayo, de reforma de la Ley 60/2003, de 23 de diciembre, de Arbitraje y de regulación del arbitraje institucional en la Administración General del Estado. Esta reforma resuelve las deficiencias de la anterior Ley de 1988 y armoniza el régimen jurídico del arbitraje, favoreciendo la difusión de su práctica y dotando a los agentes económicos de una mayor certidumbre sobre el contenido del régimen jurídico del arbitraje en España.

¿Dónde puedo solicitar un arbitraje?

Existen distintos entes con funciones reconocidas de arbitraje dependiendo de la materia mercantil, convenio colectivo, etc.

Diferencias entre árbitro y mediador

Es crucial diferenciar entre árbitro y mediador. Existen actores que, sin estar regulados, pueden realizar mediaciones con buenos resultados si a las partes les resulta conveniente y beneficioso. En el Derecho Privado existe voluntad negociadora y, por tanto, las propias partes pueden crear sistemas a medida.

Artículo 13. Capacidad para ser árbitro.
Pueden ser árbitros las personas naturales que se hallen en el pleno ejercicio de sus derechos civiles, siempre que no se lo impida la legislación a la que puedan estar sometidos en el ejercicio de su profesión. Salvo acuerdo en contrario de las partes, la nacionalidad de una persona no será obstáculo para que actúe como árbitro.

Como cierre, a lo largo de este análisis, hemos destacado la eficiencia y la efectividad del arbitraje como método alternativo para la resolución de conflictos.

Las empresas se benefician particularmente de incorporar cláusulas de sumisión arbitral en sus contratos por varias razones clave. Primero, el arbitraje proporciona una resolución más rápida en comparación con los procesos judiciales convencionales, lo que es valioso para las empresas que valoran la agilidad y la minimización de interrupciones en sus operaciones. Además, el arbitraje ofrece un entorno más controlado y privado, un aspecto importante para manejar disputas sensibles que podrían afectar la reputación de la empresa.

Por otro lado, hemos vivido una época de Covid, un año de huelgas en la judicatura y procesos concursales que tienen saturados los juzgados con funciones mercantiles. La solución más rápida y recomendable en un amplio número de casos es buscar fórmulas arbitrales o de mediación. 

En ese sentido, Primera Instancia Abogados puede desempeñar un papel vital al asesorar a las empresas en la redacción e implementación de estas cláusulas arbitrales. Nuestra experiencia asegura que las cláusulas estén redactadas de manera que protejan los intereses de la empresa y establezcan un marco claro para la resolución de disputas. Además, en caso de que surja un conflicto, Primera Instancia Abogados representa y guía a las empresas a través del proceso arbitral, asegurando que se manejen adecuadamente tanto los procedimientos como las negociaciones, maximizando las posibilidades de un resultado favorable.

Nuestro equipo tiene formación en derecho arbitral, concursal y de mediación. Esta capacidad amplia para ser árbitro aumenta el conjunto de posibles profesionales cualificados, permitiendo una selección más diversa y adecuada según el caso específico.