Estar en un fichero de morosidad puede resultar en la negación de acceso a créditos financieros y servicios cotidianos como telefonía y energía, además de afectar las condiciones bajo las cuales estos servicios pueden ser concedidos, impactando negativamente tu reputación crediticia. Las entidades financieras consultan estos ficheros para evaluar el riesgo crediticio antes de aprobar créditos, hipotecas o préstamos personales. Si apareces en un fichero de morosidad, es probable que tu solicitud de crédito sea rechazada.