Cuando se superan los 0.25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, normalmente se enfrenta una sanción económica y la retirada de puntos del carnet de conducir. Si el nivel no alcanza los 0.60 miligramos pero la policía considera que se compromete la seguridad vial, se puede proceder a un juicio. Los casos son particularmente graves y complicados cuando se excede la tasa de 0.60 miligramos de alcohol en sangre, lo que podría llevar a sanciones más severas, incluyendo la posibilidad de prisión.