Es un error común pensar que las criptomonedas son completamente anónimas. Si bien es cierto que las transacciones con criptomonedas pueden ser difíciles de rastrear debido a la tecnología de cadena de bloques que las soporta, no son completamente anónimas.La anonimidad se reduce significativamente cuando realizas compras con criptomonedas. Las empresas que reciben pagos en criptomonedas están obligadas a emitir facturas, lo que implica registrar la transacción. Además, para transacciones de montos elevados, las empresas en Europa deben cumplir con normativas estrictas relacionadas con la prevención del blanqueo de capitales y la lucha contra el terrorismo. Esto incluye la identificación de la persona que realiza la transacción y el reporte de actividades sospechosas a partir de ciertas cantidades que varían según el estado.Por tanto, aunque las criptomonedas ofrecen un grado de privacidad más alto que los métodos de pago tradicionales, es importante entender que no garantizan el anonimato total, especialmente en contextos comerciales y bajo regulaciones estrictas.